Todo empezaría para lograr un orden total implantando un
chip en la muñeca que tendría información de toda clase del usuario. Luego, como
veían que los ladrones cortaban los brazos y se los trasplantaban, lo colocaron
en las nucas. Sin embargo, se las ingeniaron para extirparlas e insertarlas en
sus cuerpos. Después ellos adquirirían los ojos, se operarían las cuerdas
vocales, se harían cirugías en la cara y el cuerpo para imitar a la víctima. Consecuentemente,
la población se negaría a utilizar los chips y exigir su eliminación, y los
gobiernos aceptarían las peticiones, pero sería demasiado tarde: los
presidentes y líderes mundiales habrían sido sustituidos, pero nadie
lo notaría porque eran igual de corruptos.
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Perú naranja |
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Por dios y por la plata |
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